El término “Impotencia” para describir la pérdida de la erección, es una etiqueta muy negativa que marcará la autoestima del hombre.
Lo que dice el diccionario y su etiología:
“El término impotencia deriva del vocablo latino impotentĭa y refiere a la falta o insuficiencia de poder para concretar una cosa, a la imposibilidad de los varones para concluir el coito o a la incapacidad de tener descendencia”.
La impotencia en muchas ocasiones viene asociada a ideas de incapacidad e ineptitud, provocando así sentimientos de frustración y debilidad en el hombre. Porque asocia, como consecuencia, una falta de virilidad. Dañando a su ego irremediablemente.
El término correcto para definir un problema de erección se llama Disfunción Eréctil. Y dependerá en todo caso de muchos factores. Por ejemplo: Por perder la erección una vez, no significa que ya debamos tener un problema sexual. Muchas veces, desde esa creencia de incapacidad y frustración, el hombre va perdiendo su confianza y magnifican un síntoma puntual, en un problema de autoestima donde les abruma la ansiedad y sobre todo la vergüenza.
La Sexología Clínica, desde una dimensión pluridimensional del individuo, define la Disfunción eréctil como una “Incapacidad persistente para conseguir o mantener la erección con suficiente rigidez para permitir una actividad sexual satisfactoria” (Cabello, 2004)
¿Y a qué llamamos una relación sexual satisfactoria?
La respuesta es sencilla, pero en la práctica, no siempre se llega con la misma simplicidad. Una relación sexual satisfactoria sería sentir el placer, el disfrute y la sensación en general de bienestar por todos los poros de tu piel. Cuerpo y mente quedan satisfechos del juego erótico. Por lo tanto, es necesario una buena educación sexual, revisar nuestro sistema de creencias con respecto al sexo y por último y no menos importante, un autoconocimiento físico, emocional y mental para ser capaces de discernir qué es y qué no es un problema sexual.
La mayoría de los hombres, las primeras veces que sufren una pérdida de erección, si no tienen suficiente conocimiento de su cuerpo y si a eso le añadimos la escasa educación sexual, lo atribuyen a un problema físico. Si se mantiene en el tiempo, suelen recurrir al médico urólogo quien les sacará de dudas. Y es cuando son derivados al profesional de la sexología.
Posibles causas más frecuentes de la disfunción eréctil:

Si un varón no tiene ningún problema físico y sigue teniendo problemas de erección de manera persistente, seguramente hablaríamos de un problema psicológico y emocional. En un alto porcentaje de varones jóvenes con pérdidas de erección consecutivas en sus prácticas sexuales, sufren un miedo irracional al fracaso alimentado por un sistema de creencias retrógradas y mal gestionadas sobre la idea de que el hombre no será bien visto si fracasa.
Y aparece, si no somos capaces de ponerle freno, un círculo vicioso de miedo a fallar, a no dar la talla, temor al abandono de la pareja, o a no buscar pareja nueva,…etc. Que debilita la confianza en uno mismo y como consecuencia, afectar a todas las demás áreas vitales y a la salud física y emocional de la persona que lo sufre.
Es por tanto de vital importancia, trabajar la salud sexual y la autoestima sexual:
- La excitación sexual y por lo tanto la erección, sólo serán posibles si el varón está relajado y logra estar presente y concentrado en sus estímulos excitantes.
- La pérdida de la erección se bloquea cuando nos vamos a la cabeza y aparecen pensamientos inhibitorios tipo (anticipar que no va haber erección, vergüenza, etc…)
- Esto conlleva a meterse “presión” para el éxito. Como si conseguir una erección sea la llave hacia su objetivo principal, que en la mayoría de los casos es conseguir penetrar. Generando ansiedad en su desempeño sexual.
- Así pues, el varón empezará a observarse antes, durante y después de la relación sexual. Olvidándose de disfrutar y de sentir placer porque ha dejado de ser el actor a ser un mero espectador de su cuerpo, perdiendo irremediablemente la erección.
- Y finalmente, aumento de la tensión y por lo tanto la ansiedad, bloqueando e inhibiendo futuros encuentros y/o a largo plazo, caer en una depresión.
Algunos Falsos Mitos que conllevan a identificarse como “impotente sexual”:
- Identificar la pérdida de erección como falta de virilidad. La virilidad no se mide por la dureza del pene. Es un constructo socialmente vinculado a la masculinidad y a los rasgos que debe tener un hombre de género masculino. Con la educación sexual correcta, los varones jóvenes dejarán de buscar el falso ideal de «macho alfa viril» y dejarán de sufrir.
- En una relación sexual, debo mantener la erección continuamente. Es un mito porque es imposible mantener turgente el pene de manera continua hasta eyacular ya que el sistema vascular va equilibrándose según la respuesta excitatoria de cada momento. Atención: Lo que pasa en el porno es ficción. No es real.
- El hombre debe proporcionar placer a la mujer, sin el pene en erección, ya no sirve para nada. Esta falsa creencia es de las más oídas en las consultas sexológicas. Creer que el hombre es el responsable del placer de la mujer es una creencia de la cultura judeo-cristiana y del patriarcado. Cada persona se debe hacer responsable de su placer y para ello se necesita una buena autoestima y autoconocimiento sexual propios. Tenemos unos cuerpos maravillosos con muchas zonas erógenas. Explorarlas y disfrutarlas es la mejor manera de dejar de poner el foco en vuestro pene todopoderoso.
- Cuanto más grande sea el pene, mayor placer proporciona. El tamaño del pene no determina mejores orgasmos. De hecho, puede incluso hacer más daño que placer. Y ¡ojo! Tanto para parejas hetero como homo. Un buen amante no lo determina un pene grande en erección, lo determina la capacidad de seducción, sensualidad, movimientos, actitudes y comportamientos que te llevan al éxtasis.
- Si dejo de masturbarme, cuando tenga un encuentro sexual seguro que no pierdo la erección porque estaré súper cachondo. La masturbación es una actividad normal y fisiológica necesaria para una salud sexual satisfactoria. La calidad de la erección no viene influenciada por las veces que te masturbes. Y ¡ojo! Porque puede conllevar a una eyaculación precoz no deseada. Y será peor el remedio que la enfermedad. Así pues, tócate todo lo que desees, siempre y cuando no influya negativamente a tus compartires sexuales.
- Cuando un varón pierde la erección, es porque no encuentra deseable a su compañer@. Es totalmente falso. Es uno de los mitos más extendidos entre las mujeres. Por lo que consecuentemente, el problema del varón se intensifica si su compañera sexual le transmite este malestar. Volviendo de nuevo al círculo vicioso negativo de fracaso y CULPA.
¿Creeis que existen muchos más?
Abandonemos el término peyorativo de «impotencia sexual» y dejemos de etiquetarnos como si en las relaciones sexuales hubieran reglas absolutas y universales de lo que es «normal» en el sexo. La pérdida de erección en el varón joven es uno de los motivos de consulta más demandados en sexología en la actualidad. Los expertos lo achacan a la visión precoz del porno y a la poca educación sexual para saber discernir qué es y que no es una relación sexual satisfactoria.
Y sobre todo lo más importante, más educación en inteligencia emocional, autoestima y respeto hacia uno mismo.
«para describir la pérdida de la erección, es una etiqueta muy negativa que marcará la autoestima del hombre»
Tan negativa que en el momento que no mantienes una erección y se te pasa esa palabra por la cabeza y la asocias a ese momento… la cosa se puede complicar. A mi me sucedió así y hasta que no conseguí quitarle importancia, disfrutar de mil y una formas diferentes del sexo sin la obsesion de «erección y penetrar» no desapareció ese molesto suceso.
Muchas gracias por tu post, buenísimo!
Gracias Jose por su aportación.
Un saludo,