En una sociedad en la que la sexualidad a menudo es malentendida y estigmatizada, el autoerotismo masculino representa un tema particularmente sensible. A menudo se limita a un acto genitocéntrico y solitario, cuyo objetivo único es alcanzar el clímax. Sin embargo, esta visión limitada del autoerotismo masculino resulta empobrecedora para los hombres, quienes son privados de una rica exploración integral y autoplacer. En este artículo, os proponemos una mirada humanizada y completa del autoerotismo masculino, una que trasciende la noción convencional de la masturbación y promueve la idea de autoerotismo como una experiencia de vitalidad y placer multisensorial.

La Comprensión Cultural del Autoerotismo Masculino

Cultura Falocéntrica y el Autoerotismo Masculino

Nuestra cultura falocéntrica, centrada en el pene, ha enseñado a los hombres a focalizar su erotismo principalmente en su zona pélvica. La masturbación, generalmente entendida como manipulación manual de los genitales, se convierte en la forma más común de autoplacer para los hombres. Esta perspectiva, focalizada y limitada del autoerotismo masculino puede resultar en ocasiones empobrecedora, reduciendo la rica posibilidad de experiencias eróticas a un acto unidimensional. En esta visión, el orgasmo, o específicamente la eyaculación, se convierte en el objetivo y la culminación de la experiencia erótica.

El Psicoerotismo Femenino y el Circuitismo Masculino

En su terapia de reencuentro,  Fina Sanz propone la idea del psicoerotismo femenino y el circuitismo masculino, que hombres y mujeres pueden desarrollar. Esto no significa que los hombres deben dejar de ser genitales o las mujeres globales. Más bien, cada uno debería explorar la contraparte, permitiéndonos ser seres más integrales en nuestra sexualidad. Esta perspectiva integral de la sexualidad y del autoerotismo puede abrir nuevas formas de autoexploración y autoplacer para los hombres.

El Autoerotismo Masculino Más Allá de la Masturbación

El Autoerotismo como Autoexploración Integral

El autoerotismo masculino puede ser una experiencia mucho más completa y satisfactoria que la mera masturbación. Consiste en la exploración y el disfrute de todo el cuerpo, desde el dedo meñique del pie hasta la cabeza. No se limita a la zona pélvica, sino que integra todas las partes del cuerpo en la experiencia erótica.

El Autoerotismo como Placer Multisensorial

En la exploración del autoerotismo, podemos integrar todos nuestros sentidos en la experiencia erótica. No sólo se trata del tacto, sino también de los olores, los sabores, los sonidos y las vistas. En este sentido, el autoerotismo puede ser una experiencia de placer multisensorial, donde disfrutamos no sólo del contacto físico, sino también de lo que elegimos comer, beber, escuchar, mirar e incluso leer.

El Autoerotismo como Vitalidad y Vida

Siguiendo la etimología de la palabra ‘erotismo’, que se relaciona con la idea de deseo y pasión vital, el autoerotismo puede ser una experiencia de vitalidad y vida. No es un sustituto de las relaciones sexuales con otros, sino más bien un complemento de ellas, permitiéndonos descubrir y celebrar nuestra propia vitalidad y placer.

Superando el Miedo al Autoerotismo

El Autoerotismo como una Parte Normal de la Sexualidad

El miedo y la vergüenza a menudo están asociados con el autoerotismo, especialmente en los hombres, debido a las normas sociales y culturales. Sin embargo, es importante recordar que el autoerotismo es una parte normal y saludable de nuestra sexualidad. No es un sustituto de las relaciones sexuales con otros, sino más bien un complemento de estas.

Abrazando el Autoerotismo como Autocuidado

Ver el autoerotismo como una forma de autocuidado puede ser un paso importante para superar el miedo y la vergüenza. El autoerotismo no sólo es placentero, sino que también puede ser una forma de cuidar de nuestro cuerpo y nuestra mente, de explorar y comprender nuestro propio deseo y placer. Así pues, abrazar el autoerotismo puede ser un acto de amor propio y autocuidado.

Conclusión sobre el Autoerotismo

El autoerotismo masculino no debería limitarse a la masturbación genital y centrada en la eyaculación. Deberíamos verlo como una experiencia más rica y completa, una que incluye la exploración integral del cuerpo, el placer multisensorial y la vitalidad. Abrazar el autoerotismo de esta manera puede abrir nuevas formas de autoexploración y autoplacer, y contribuir a una comprensión más rica y humana de nuestra sexualidad. De esta manera, el autoerotismo puede convertirse en un acto de amor propio, autocuidado y celebración de nuestra propia vida y vitalidad.

Por ultimo y como siempre os recordamos que podéis seguir navegando por nuestros artículos para descubrir interesantes temas como en el que hablamos de La Psicología Afirmativa LGTBIQ+ o en el que hacemos un repaso a Una Red Segura: Explorando Apego.

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